lunes, 28 de enero de 2008

SECCION POLICIALES


Todas las mañanas tengo la mala costumbre de encender el televisor y poner el noticiero como medio para despabilarme... mala idea la mía.

Hace tiempo me pregunto en qué se han convertido los noticieros de los canales de aire, cada vez más sensacionalistas y cada vez menos informativos.
El noticiero de la mañana es, lejos, el peor de todos.
No sólo porque repite las noticias del día anterior, sino porque se repite a sí mismo desde la 7.00hs de la mañana, que empieza, hasta las 9.00hs, que termina. Son 30 minutos de "noticias" que ocupan el espacio de 2 horas de programación.

Lo peor de todo: el contenido.
Como dando por sentado que al espectador no le interesaría conocer la actualidad nacional e internacional, ocupan los momentos centrales del recuento de noticias para aquellas más sensacionalistas y de mayor impacto visual.

Así es como, invariablemente, me despierto escuchando del TRAGICO accidente en la ruta tal, con tantos muertos y tantos heridos, del HORROROSO asesinato en tal lugar, de tal forma y con todos los detalles. Por supuesto con los debidos testimonios de vecinos, parientes y allegados que responden acertadamente a las preguntas insidiosas de los movileros.
Rápida conclusión, si la noticia no es un golpe bajo, rápido y efectivo, no mantendrá la atención suficiente del espectador. Adelante entonces con la seguidilla de pseudonoticias con encabezados tales como LA RUTA DE LA MUERTE o MATAR A SANGRE FRÍA.

Haciendo oídos sordos a brindar un panorama de la realidad o verdaderas investigaciones e informes periodísticos, los noticieros se quedan pataleando en el aire en el afán de "informar", sobrándoles por todos los costados el título de noticieros. Compendio de flashes tendenciosos y perjudiciales a la salud mental, es notable cómo llevan la delantera en la creciente mediocridad de la televisión.
Muchos prefieren que algunas noticias no sean contadas o que pierdan relevancia entre muertes y culos en mar del plata. Pero entonces dónde queda la labor del periodista? informar/investigar/cuestionar la realidad..

miércoles, 16 de enero de 2008

Tomar lo que no nos pertenece...

En la corta historia de gobernadores electos por voto popular en nuestra querida Tierra del Fuego ha habido (como si fuera condición sine qua non de aquellos que ocupan el poder) un gran uso, abuso y exceso en la utilización de los fondos de la provincia.


Cada gobernador (junto con sus secuaces) ha dejado junto con su mandato una estela de deudas que, de manera mayor o menor, van hundiendo a la provincia en crisis económicas recurrentes y cada vez más profundas.


Lamentablemente dentro de las mil preguntas que podemos plantearnos ante la situación en rojo de las arcas provinciales, la primera es: cómo una provincia tan jóven, rica en recursos y en constante crecimiento puede llegar a estos niveles de endeudamiento?

Según datos oficiales tenemos una deuda flotante que ronda los 300 millones de pesos.


Es que cada gobierno se encarga de hacer sus negocios, acomodar a su gente, sacar provecho y en último término, si queda tiempo y si es realmente necesario, gobernar?

Lo paradójico es que los directamente afectados somos quienes los pusimos allí.

Qué puede ser más desalentador que eso ?

Finalmente esa famosa frase "tenemos los gobernantes que nos merecemos" es verdadera?

Pero quién podría anticipar que un grupo de gente quiera acceder al gobierno para robar ??Robar (porque se llevan lo que no les pertenece), llenarse bien los bolsillos, acomodar bien a los amigos y parientes, para que por supuesto ellos roben un poquito también, y luego salir como rata por tirante. Invictos y con la liviandad de quien se va luego de cumplir sus funciones.

Ahora se viene el ajuste, no es la primera vez.
Se podrá revertir una situación que fue manejada y permitida por miles de personas que aún siguen ocupando un puesto de poder?


No basta con un buen discurso de la gobernadora. Ella sola no puede revertir la situación, así como una sola persona no es la única responsable de la abultada deuda de la provincia...


Preguntas, sólo preguntas.

jueves, 3 de enero de 2008

Se les encendió la lamparita!

Resulta ser que un cacerolazo pone a nuestros políticos a trabajar con una celeridad desconocida en algo que hace rato viene amenazándonos: la crisis energética.
Como no es suficiente con las cifras y porcentajes que vienen pronosticando esta situación desde el 2003/4, deben producirse cortes de luz en pleno verano, la gente tiene que salir con cacerola a la calle o ir a las puertas de Edenor/Edesur y, entonces sí, Julio de Vido, se pone a trabajar.
Cambiamos el horario, y usamos lámparas bajo consumo.

Suena Facil!
La primer consigna, sin inconvenientes, adelantamos los relojes y listo.
La segunda... en esa no pensaron demasiado.

Les dijeron: una solución rápida! la gente está manifestando su descontento! y claro, Cristina asumió hace poco más de un mes, no vaya a ser que sienta que no es bienvenida.
Como todo lo que se hace sin planificación (y qué suerte tenemos un ministro que se encarga de eso!) no es tan sencillo entregar a todos los hogares 2 lámparas bajo consumo a cambio de 2 incandescentes. La redacción de los decretos es lo primero (y lo que mejor les sale) y aunque parece muy sencillo decir “mañana empezamos”, se requiere de una logística importante para lograr la distribución de millones de lámparas por todos los hogares argentinos…

Lo más cómico del asunto es que antes de que se comience con el reparto y canje ya hay gente que tiene miedo que los engañen y les roben… a cambio de dos lámparas, es mucho riesgo!
Es que pareciera que la lógica que domina las acciones de los políticos es hacer sólo cuando es inminente hacer. Antes? ¿para qué?
Y es que si se gastaron tantas palabras negando el advenimiento de la actual crisis, de qué hubiera servido tomar medidas con respecto a ella antes?

Las lámparas bajo consumo (o fluorescentes compactas) existen hace varios años y si se hace un buen uso de ellas es notable la disminución en el consumo eléctrico, no sólo contribuimos con nuestro bolsillo, sino con el cuidado del planeta, colaborando en la disminución de emanaciones de CO2. A eso se sumaría que ayudamos también a nuestro país, excedido en demanda de energía.
Claro que a ello debe sumarse una conducta acorde para que el ahorro sea efectivo, apagar luces innecesarias, hacer un uso racional del aire acondicionado o calefacción, según se la estación del año, etc. Lo que se suele llamar, mejorar los hábitos de consumo.
Sería hermoso levantarse un día y ver que las campañas por el uso racional de la energía eléctrica se hacen con el mismo esmero que las campañas para las elecciones de cargos políticos, con el mismo despliegue visual en las calles, en la televisión, en la radio.

Qué estarán pensando nuestros dirigentes cuando se les dice que deben elaborar proyectos de interés para la comunidad, cuando escuchan la palabra planeamiento, educación, prevención, concientización…
Preguntas, sólo preguntas.